viernes, 27 de julio de 2007
DE ERITROPOYETINAS Y TRASFUSIONES
Qué tiempos aquellos en que las siestas de sofocante calor de verano las compartía toda la familia sentada frente al televisor viendo como unos verdaderos titanes se dejaban el pellejo luchando contra el asfalto y contra sus rivales para arañar el mayor numero de segundos los unos sobre los otros.
No cabe duda, que tras los últimos acontecimientos, el ciclismo y el ciclista está en peligro de extinción. Yo soy de los que crecí en verano con la sandia en la mano, viendo como Perico Delgado se convertía en el eterno aspirante a ganar el Tour de Francia y que a finales de Julio se convertía en el eterno segundón. También soy de los que crecí con el melón en la mano, viendo al gran Miguel Induráin chupar rueda en la montaña y ganar contrarrelojes, o como se diga, para a final de Julio verlo subido en el podio de Paris como ganador final. Y por supuesto también soy de los que jarra de cerveza en mano en un chiringuito playero, crecí viendo las exhibiciones, cuando menos ya sospechosas, de Lance Armstrong encima de una bicicleta subiendo los pirineos.
Corren malos tiempos para la lirica y no cabe duda que hoy día en ciclismo el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, yo no la voy a tirar, pero ¿Estarán libres de pecado otros deportes?
Lo de Rasmusen parece ser la traca final, saltarse dos controles antidoping para decir que estaba en México cuando lo habían visto entrenando durante 8 horas, ni más ni menos, subiendo puertos de montaña italianos, cuando menos suena a chiste. Ellos defienden su inocencia y hasta que no se demuestre lo contrario lo son, pero todo suena un poco sospechoso.
En fin, todo comenzó con la eritropoyetina (EPO) y continúa con el avance de la ciencia haciéndose transfusiones de sangre del mismo grupo o incluso de algún familiar.
¿Se estará rompiendo un mito?
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1 comentario:
Yo también he crecido con el gazpacho en el ombligo viendo las carreras de bicis, que decía mi abuela.
El verdadero problema es que se ha detectado dopping en categorías inferiores y, no de este deporte.
Quizás si moviera el dinero de otros acontecimientos deportivos, nunca hubieramos sabido que es eso del EPO, ni que se puede compartir sangre con un caballo, pero lo que sí se tienen que tener en cuenta, son estas cosas y comenzar una campaña para evitarlas
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